La Piel y su cuidado

Los expertos señalan que el 90% de la belleza de la piel depende de su correcta hidratación. Clave de la luminosidad, vitalidad y la belleza de la piel, la hidratación es, además, el resultado de un equilibrio delicado y constantemente amenazado. Todas nuestras células están normalmente repletas de agua y se encuentran sumergidas en su medio vital, el líquido intercelular.

En condiciones de sequedad, tienen la tendencia a ceder el agua a su interior, fenómeno que se denomina choque osmótico. La Sal de Betaína controla estos intercambios de agua e iones, y refuerza las células para que no dejen escapar esa agua vital. La reserva de agua que tiene la dermis y la epidermis constituye el 20% del total corporal, y se pierde fácilmente con las agresiones externas.

Consultas frecuentes sobre hidratación Cuando se aplica una crema hidratante a diario:

¿es cierto que la piel se vuelve "adicta", de modo que no se puede prescindir de ella? La piel no se vuelve adicta a la hidratante, si absorbe la crema es porque requiere un aporte de hidratación diario.

¿Es cierto que beber dos litros de agua mantiene la piel hidratada y bella? Aunque beber agua es saludable, ya que el 80% de nuestro organismo es agua, la realidad es que el 90% del agua que ingerimos no llega a alcanzar las capas visibles de nuestra piel.

Si la piel no muestra signos de sequedad, ¿puede estar deshidratada? La mayoría de las pieles que no aparentan sequedad a simple vista, muestran signos de deshidratación al ser observadas en el microscopio.

Una piel grasa, ¿necesita hidratación? Nivel de grasa e hidratación son cosas diferentes. Un exceso de grasa no implica que la piel esté correctamente hidratada. La piel grasa se origina por un exceso de producción sebácea de las células de la epidermis. Aunque esta grasa natural protege la piel, no contribuye a una mejor hidratación de la superficie córnea.

El estrato córneo recibe la hidratación a través de la difusión pasiva del agua presente en las capas internas de la epidermis. El nivel de agua permanece en este estrato córneo a través de dos mecanismos: una barrera de lípidos que impide la pérdida de agua y otra que ayuda a conservar el agua en el interior de las células. La grasa presente en la superficie de la piel, no garantiza una correcta hidratación de las células, pues a menudo un exceso de grasa suele ser la respuesta de la piel para combatir la falta de hidratación.